El próximo 29 de abril, el Príncipe William y Kate Middleton se casarán en la Abadía de Westminster. Es la primera gran boda real en Gran Bretaña de un heredero directo al trono, desde que en 1981 se casaran sus padres, Carlos y Diana en la Catedral de Saint Paul.
El primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado que el día de la boda, que es un viernes, será festivo en Inglaterra y Gales, mientras que el Gobierno Escocés tendrá que decidir si hace lo mismo.
Unos mil novecientas afortunados recibirán la esperada invitación. La reina Isabel II y el duque de Edimburgo encabezarán a los 50 integrantes de la familia real británica, además de unos 40 representantes de otras dinastías, entre las que se espera entre otras, a las de España, Dinamarca, Grecia, Suecia y Noruega.
Todavía no está confirmado si se va a invitar a celebridades como Elton John (amigo de la princesa Diana, madre del príncipe) o Kanye West, unos de los artistas favoritos del príncipe.
Conociendo los gustos de Kate Middleton, seguramente el vestido de novia que escoja será mucho más sencillo que el de la princesa Diana. Para las bodas y las carreras de caballos de Ascot, Kate no se resiste a usar uno de los iconos de estilo de los ingleses, los sombreros, pamelas y tocados con sobrios trajes.
Siguiendo el clasicismo y discreción, Kate tiene varias prendas clave en su armario para los diferentes eventos. En este caso ha optado por un traje de botonadura cruzada en tonos pasteles.