A pesar de su herencia masculina, están pensadas para lucir uno de los mayores encantos femeninos -las piernas-, pero con mayor tranquilidad que con los shorts. Las bermudas, aquellos pantalones que dejan de serlo a la altura de la rodilla, vuelven este verano para reclamar su habitual dosis de elegancia clásica.
De silueta recta e incluso amplia, con pinzas y raya impecablemente marcada, esta prenda se convierte en la compañera perfecta de la blusa e incluso de tops algo más holgados. Para cuando las noches de verano prometen algo más de frío, un jersey o un cárdigan de punto son sus mejores aliados.
Hemos repasado las pasarelas de primavera-verano 2011 para tratar de descubrir hasta dónde llega su poder camaleónico.
Fuente: Vogue.es