La decimotercera edición de la Pasarela de la Moda de Castilla y León, que se acaba de celebrar en Burgos ha vuelto a ser por unos días el epicentro de la tierra.
El planeta moda sigue girando alrededor de los grandes eventos internacionales, París, Milán, Londres, Nueva York…, pero de vez en cuando, este astro caprichoso, se detiene en seco y posa sus ojos en certámenes realmente interesantes. Es el caso de la Pasarela de la Moda de Castilla y León, una cita que ya ha cumplido trece años y a la que se le augura un brillante futuro.
La diseñadora vallisoletana Marta Valdespino ha sido uno de los nombres propios que más ha brillado en esta edición. Marta Valdespino suena entre los diseñadores emergentes, pero pese a su juventud, viene arropada por una excelente formación, y una extensa carrera, con colecciones anteriores muy aplaudidas.
En este caso, la propuesta que Marta Valdespino presentó en la pasarela castellano leonesa fue un colección primavera-verano 2011 llena de colorido. Su fuente de inspiración se la sirvió en bandeja la contundente obra pictórica de Kandinsky, uno de los precursores del arte abstracto, genio del color y las formas.
Para esta propuesta veraniega la joven diseñadora ha escogido tejidos vaporosos como la muselina y envolventes como el punto y la seda. El corazón late en los print y los colores vivos alegran las minifaldas, las espaldas al aire, y los escotes asimétricos. El optimista rosa es el protagonista, que se funde con el naranja, y bordea los grises. En la propuesta también hay modelos en negro, rojo, amarillo apagado, blancos y tierra. Todo color