Miuccia Prada ha encontrado como tema de inspiración para esta oportunidad, el show, la fama y las luces. Probablemente una ídola de la música americana estaría feliz de llevar estas prendas Miu Miu.
La colección de Prada puede no ser tan nostálgica, pero si tiene un aire de inocencia, por esas mangas largas, las blusas que van con un vestido de raso de seda y los infaltables pliegues.
Las chaquetas de cuero de pronto se volvieron gigantes, con esas enormes hombreras, similares a las que se usaron alguna vez por los años 80. En las telas, hubo diseños de serpientes, elegantes cisnes y exóticas flores de loto, que simbolizaban la gracia y el renacimiento de un modo que tal vez se contradecía con esa cultura que va de la mano de la fama.
Los contrastes, a ratos se me hicieron muy exagerados, pero ese toque ecléctico es lo que se lleva ahora, las mezclas algo raras, las extravagancias y las locuras. Ya no se puede guiar el sentido de la moda por la estructura, y es eso lo que me está quedando claro últimamente, que ya no existe un patrón definido para cada prenda, hoy se están inventando nuevos patrones, ¿marcarán ellos una época?, sinceramente, dudo que puedan lograrlo todas las prendas, pero sí creo que algunas lo conseguirán.